La terapia con luz roja, un tratamiento emergente que utiliza luz roja de baja longitud de onda (entre 620 y 750 nanómetros o nm) para tratar la piel y otros problemas de salud, se está convirtiendo rápidamente en uno de los secretos de bienestar mejor guardados.Se ha demostrado clínicamente que reduce la apariencia de líneas finas y arrugas, trata el enrojecimiento y la inflamación, cura las cicatrices, iguala el tono y la textura de la piel, estimula el crecimiento del cabello, alivia los síntomas de afecciones como la psoriasis y más.

A menudo verá tratamientos de terapia con luz roja en consultorios médicos y spas, pero gracias a los dispositivos de terapia con luz roja en el hogar, como paneles, máscaras y otros dispositivos compactos, puede obtener todos los beneficios de la terapia con luz roja desde la comodidad de su hogar, lo que en sí mismo conlleva una serie de beneficios diferentes.Diríjase al consultorio de un dermatólogo o esteticista y un tratamiento de terapia con luz roja puede costarle entre $ 25 y $ 300 por sesión, según el área de tratamiento, la duración, el proveedor y la ubicación.O puede invertir en dispositivos de luz roja para el hogar que le brinden los mismos beneficios.

Los dispositivos domésticos son, con diferencia, la forma más popular de utilizar la terapia con luz roja, ya que resultan útiles para tratar muchas cosas.Estos prácticos dispositivos para el hogar también vienen en una variedad de diseños diferentes, desde varitas portátiles, máscaras faciales LED, paneles de luz roja y dispositivos especializados para distintas áreas de tratamiento.

¿Como funciona?
La terapia con luz roja es un tipo de terapia de fotobiomodulación que activa las células y proporciona energía luminosa a las mitocondrias.Con esta fuente de energía, las células se comunican mejor y funcionan de manera más eficiente, ahí es donde verás resultados como la reparación y el rejuvenecimiento de la piel.Todo esto se hace de una manera segura y no invasiva, prácticamente sin tiempo de inactividad ni efectos secundarios negativos.